VAPEADORES Y CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS


Este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado que la campaña para el Día mundial sin tabaco (31 de mayo) tiene como lema “proteger a los niños de la interferencia de la industria del tabaco”, con el fin de crear conciencia sobre la influencia nociva de la industria del tabaco en los jóvenes.




El consumo de cigarrillos ha disminuido a lo largo de los años gracias a los continuos esfuerzos que se vienen realizando a lo largo de los años a través de instituciones, organizaciones, medios de comunicación, etc. Sin embargo, según datos del 2022, en todo el mundo, 37 millones de jóvenes entre 13 y 15 años consumen alguna forma de tabaco. En Europa el 11,5% de los niños y el 10,1 de las niñas entre 13 y 15 años son consumidores de tabaco (4 millones). 





Por otro lado, productos como los cigarrillos electrónicos y los vapeadores van ganando terreno entre los jóvenes. En el año 2022 se calcula que el 12,5% de los adolescentes de Europa vapearon, en comparación con el 2% de los adultos. En algunos países del continente, las tasas de uso de cigarrillos electrónicos entre los escolares son entre 2 y 3 veces más altas que las tasas de consumo de los cigarrillos tradicionales. 



VAPEO O CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS


El consumo de cigarrillos electrónicos (e- cigarrillos), comúnmente conocido como vapeo, por la nube de aerosol que genera, se ha popularizado en la última década como una opción supuestamente menos dañina que el tabaco convencional.


Estos dispositivos alimentados por baterías funcionan calentando un líquido electrónico, a menudo enriquecido con sabores para hacerlo más atractivo, que se convierte en el vapor que inhala la persona.


Pese a comercializarse como una alternativa menos perjudicial que el tabaco, los cigarrillos electrónicos no son sólo un obstáculo para aquellos que intentan dejar de fumar, sino que también representan una amenaza que atrae a fumadores bajo la falsa percepción de ser una opción menos perjudicial para la salud. 


¿ES SALUDABLE?


Es cierto que los cigarrillos electrónicos presentan una concentración de toxinas inferior que los cigarrillos tradicionales de tabaco pero estudios científicos alertan de que vapear es igualmente perjudicial para la salud. El aerosol liberado contiene sustancias tóxicas que dañan el tejido pulmonar y aumentan el riesgo de enfermedades pulmonares, cardiopatías, cáncer y alteraciones en el sistema inmunológico, entre otras afecciones. Asimismo, se ha observado que el líquido electrónico calentado, emite pequeñas partículas de metales pesados (componentes químicos tóxicos para la salud), probablemente proveniente de las carcasas y los elementos calefactores. 




Los líquidos contenidos suelen tener aromatizantes y aditivos, que aunque son aptos para el consumo humano, pueden irritar las vías respiratorias y son tóxicos para los pulmones.


A pesar de que las consecuencias a largo plazo no se conocen con exactitud, recientemente se ha identificado una nueva patología relacionada con el uso y consumo de productos relacionados con vapeadores y cigarrillos electrónicos (EVALI, por sus siglas en inglés) asociada con la inhalación de los aerosoles de estos dispositivos.


Además, los estudios también advierten que vapear puede tener efectos negativos en el desarrollo cerebral, aumentar los trastornos de ansiedad y provocar dificultades de aprendizaje, especialmente entre los jóvenes.


¿ES ADICTIVO?


La nicotina es una sustancia muy adictiva y perjudicial para la salud. La presencia de nicotina en la mayoría de estos productos es lo que determina que sean una oposición nada recomendable. Asimismo, muchos de los dispositivos permiten regular la emisión de nicotina. Esto aumenta el riesgo de exposición. Esto aumenta el riesgo de exposición. 



Además de nicotina, los cigarrillos electrónicos suelen contener una variedad de aromas y sabores, lo que los hace aún más atractivos y adictivos. De hecho, su popularidad se debe en parte a los sabores dulces o afrutados que se han hecho alarmantemente populares entre los consumidores más jóvenes, menores entre 13 y 15 años, con tasas de consumo que, en ocasiones, superan a la de los adultos, viendo estos productos como un juego, una moda o para reafirmarse con sus iguales o desafiar la autoridad de los adultos. 


¿ALTERNATIVA AL TABACO TRADICIONAL?


La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica  advierte que los cigarrillos electrónicos y vapeadores no son efectivos para dejar el hábito del tabaco, sino que además dificultan el control del tabaquismo. Se estima que entre el 60-70% de los fumadores y fumadoras que recurren a los cigarrillos electrónicos con el propósito de abandonar el tabaco terminan convirtiéndose en fumadores duales, es decir, que vapean a la vez que siguen consumiendo cigarrillos convencionales. 


Además, las personas que comienzan a consumir e-cigarrillos son más propensos a iniciarse en el consumo de productos derivados del tabaco convencional. Esta tendencia es preocupante porque vapear se ha convertido en la puerta de entrada al consumo del tabaco y de otras sustancias entre adolescentes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que el uso de cigarrillos electrónicos aumenta casi tres veces la probabilidad de empezar a fumar, especialmente entre los jóvenes.


De hecho, es importante recalcar que el uso de estos dispositivos no está aprobado por ninguna autoridad como herramienta para cesar el hábito del tabaco.


CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS Y LOS FUMADORES PASIVOS


Los cigarrillos electrónicos emiten aerosoles que contienen sustancias tóxicas, tanto para el usuario como para las personas que se encuentran a su alrededor. La exposición al vapor puede afectar a cualquier persona, incluso a aquellos que simplemente transitan por la calle. Si utilizas e-cigarrillos, es recomendable que los uses al aire libre, evitando lugares cerrados y alejados de otras personas, ya que las partículas de los metales pesados, la nicotina y otras sustancias tóxicas que contienen los líquidos contenidos en los cigarrillos electrónicos pueden permanecer en el aire expuestos a otras personas, fumadoras pasivas. Esto es de suma importancia para los adolescentes, en pleno desarrollo, ya que la exposición a estas sustancias interfiere en el mismo. 



Además, en las mujeres embarazadas se ha demostrado que la exposición o el consumo de estos líquidos dificultan y pueden interferir negativamente en el desarrollo del feto. 


En definitiva, pese a contener menos toxinas que los cigarrillos tradicionales, los estudios alertan sobre los riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos, especialmente en los adolescentes. Además, la presencia de nicotina y sabores atractivos potencian el riesgo de adicción y el inicio del consumo de tabaco convencional. Por esos motivos, vapear no es una alternativa plausible del tabaco. 


Descárgate la guía Dejar de fumar es posible para poner en práctica algunas pautas fáciles para dejar de fumar a través de este enlace:


https://www.esteveteijin.com/dejar-de-fumar-es-dificil-pero-no-imposible/


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