Adolescentes y alcohol

La adolescencia es la transición de la niñez a la edad adulta. Es un periodo de desarrollo donde la persona adquiere las capacidades físicas y psíquicas propias de la edad adulta. Es una etapa de profundos cambios, marcada por la inestabilidad y en muchos casos, por el desconcierto y confusión de los propios adolescentes ante los cambios que están sufriendo.

Si nos preguntamos cuál es la última noticia sobre jóvenes y alcohol que hemos visto en los medios de comunicación probablemente vengan a nuestra mente imágenes de jóvenes haciendo botellón, pero al mismo tiempo, nos parecen imágenes distantes, ajenas a nosotros,... y seguro que la mayoría de los padres pensarán "Ese/a no es mi hijo/a, el/la mío/a es demasiado joven para eso..." Pero debemos partir de una realidad: los jóvenes prueban el alcohol de media a los 14,1 años.

¿Por qué consumen alcohol los adolescentes?

En las etapas inicial y media de la adolescencia (entre los 11 y 17 años), los jóvenes desarrollan una imagen propia, un rol que quieren proyectar y potenciar ante los demás. El desarrollo de la personalidad provoca en el adolescente la búsqueda de independencia respecto a su núcleo familiar y la búsqueda de integración en grupos de iguales. Esta necesidad de pertenencia a un grupo puede llevar a los jóvenes a adoptar conductas de riesgo, como el consumo de alcohol y otras drogas. El miedo al rechazo, la presión grupal y la necesidad de aceptación, llevan a los adolescentes a consumos abusivos.

¿Por qué es tan perjudicial el consumo de alcohol en la adolescencia?

Los adolescentes son más vulnerables al alcohol debido a que se encuentran en una fase de formación y desarrollo. Los daños más graves a estas edades se producen en la salud mental, ya que el cerebro adolescente se encuentra en desarrollo y crecimiento: se adquieren todas las capacidades de razonamiento, planificación, procesamiento abstracto,... El consumo de alcohol durante esta etapa puede estancar el proceso y dar como resultado importantes carencias en el pensamiento maduro.

El alcohol también perjudica las zonas del cerebro responsables de la memoria y del aprendizaje, que también se encuentran en desarrollo y dificulta la capacidad de crear y almacenar recuerdos, la atención y la concentración.

Afecta también de manera notable a la conducta, lo que puede provocar que se desarrolle un comportamiento agresivo que dificulte las relaciones sociales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece otros riesgos del consumo de alcohol en adolescentes:

- Fomenta las relaciones sexuales sin protección, lo que puede provocar enfermedades de transmisión sexual (ETS) y embarazo precoz.

- Accidentes de tráfico: es una de las mayores causas de muerte prematura en jóvenes. 

- Actos violentos: especialmente casos de violencia de género, peleas entre grupos de iguales,...

¿Cómo pueden los padres afrontar el consumo de alcohol con adolescentes?

• Fomentar la relación y el diálogo entre padres y adolescentes: la influencia del entorno familiar es crucial para que el joven siga unos hábitos saludables y evite el consumo de alcohol. 
• Fomentar la concienciación sobre los graves riesgos que acarrea el consumo de alcohol a cualquier edad, pero especialmente entre los jóvenes. 
• Fomentar tiempos de ocio y aficiones en común. Buscar la forma de divertirse con ellos. La diversión no va unida al consumo de alcohol. 
• Conocer a sus amigos y a su pandilla. Ofrecerles espacios seguros para que se reúnan. 
• Fijar unos horarios razonables pero firmes en cuanto a las salidas. 
• Reforzar positivamente las conductas que lo merezcan y negativamente las que requieran corrección. En las conductas negativas, debemos explicarles la actuación correcta. 
• Educar sobre el alcohol de forma realista pero no alarmista. Darles información sobre las consecuencias para que ellos decidan sobre su consumo: las prohibiciones no funcionan.

  

Los adolescentes no son sólo jóvenes irritables, sin cabeza, contestones y enfadados con el mundo. Tienen muchas cosas positivas que debemos conocer como padres y educadores...