Redes sociales y adolescentes I

Las redes sociales son una herramienta que nos permite mantenernos informados y en contacto permanente con el mundo. Muchos jóvenes, y no tan jóvenes, están continuamente pendientes de su teléfono móvil consultando su Instagram o respondiendo a Whatsapp.
Pasan el día pegados al móvil y gran parte de este tiempo, lo emplean en conectarse a redes sociales, en las que han encontrado el modo perfecto de socializarse y de comunicarse con su entorno.


Resultado de imagen de adolescentes y redes sociales









¿Qué ofrecen las redes sociales?
Durante la adolescencia y primera juventud se pasa por un periodo con unas características físicas, emocionales, sociales e intelectuales muy concretas, que encuentran un cauce perfecto en el fenómeno de las redes sociales. Lo que les ofrecen las redes sociales es, en realidad, lo que necesitan en este periodo de vida:
  • Necesidad de socialización: los adolescentes incrementan las relaciones con los amigos. Con frecuencia sienten que son los únicos que les comprenden, razón por la que buscar estar con ellos de cualquier modo (en la calle, en el instituto, por teléfono, por redes sociales,...)
  • Pertenencia a un grupo: es un elemento fundamental para su autoestima. El rechazo del grupo tiene como consecuencia una pérdida de la confianza en uno mismo.
  • Búsqueda de identidad: sienten la necesidad de estar en un espacio propio, sin la intromisión de los adultos.
  • Comportamiento poco reflexivo y atracción por el riesgo: los adultos solemos percibir que los adolescentes no piensan, que actúan de forma impulsiva, lo que en ocasiones les lleva a exponerse a situaciones de riesgo físico o emocional.
  • Satisfacción inmediata: los adolescentes parecen no tener paciencia. Las recompensas que creen merecer, desean obtenerlas de inmediato.
  • Rechazo y atracción por el mundo adulto: por una parte lo rechazan, ya que simboliza todo aquello que para ellos supone una imposición (familia, estudios,...) pero, por otra parte, sienten una fuerte atracción por él.
  • Curiosidad y búsqueda de nuevas sensaciones: la sexualidad es uno de los grandes descubrimientos de esta etapa, de ahí que los adolescentes intenten adentrarse en su conocimiento y experimentación. Sienten una fuerte curiosidad por todo aquello que es prohibido y arriesgado.
  • Inseguridad con respecto a uno mismo: la inseguridad es también una característica de esta etapa, así como el descontento con su propia imagen.
Las redes sociales han proporcionado un instrumento perfecto a jóvenes y adolescentes en ese momento en que los menores se van despegando progresivamente de los padres y empiezan a crear su propia identidad personal entre su grupo de iguales. Las redes sociales se convierten en una herramienta adecuada para encontrar amigos, expresar lo que piensan y afianzar su personalidad, permiten entrar en contacto con otras personas con gran facilidad, al tiempo que producen una sensación de gratificación inmediata (escribimos y obtenemos rápidamente respuesta con mensajes o en forma de likes) y conllevan un reconocimiento personal (deseo inherente de sentirse querido, que le observen, que le sigan,...)

Responsabilidad de los padres
Los padres son padres y como tales deben ejercer. A ellos les corresponde fijar las reglas sobre el uso de de móviles y tablets. Las normas deben estar claras para niños y adolescentes, pero esto no exime a los padres de estar siempre atentos.
Os ofrecemos algunos consejos:
  1. Hablar con los hijos: interesarse por lo que hacen en internet y redes sociales.
  2. Familiarizarse con los conceptos más habituales y aprovechar la ocasión para promover debates en familia.
  3. Concienciar sobre la importancia de la privacidad, enseñar que no todo vale y que no hay que facilitar datos innecesariamente.
  4. Inculcar valores, enseñar la diferencia entre un amigo real y un ‘amigo’ virtual, un me gustas y un ‘like’.
  5. Hacerles pensar en el futuro, en si se sentirán orgullosos de las fotos que cuelgan ahora.
  6. Reflexionar sobre por qué una red social no admite usuarios por debajo de una cierta edad. 
  7. Limitar horarios de uso de móviles y tabletas para que no interfieran con la vida familiar.
  8. Crear espacios comunes de uso de las tecnologías, sobre todo si hay niños pequeños y se quiere controlar qué hacen. 
  9. Utilizar sistemas de control parental si se quiere rastrear la actividad en internet o limitar el tiempo. 
  10. Ayudarles a que se responsabilicen de sus actos y busquen soluciones.

Os dejo un vídeo para reflexionar sobre lo que nos perdemos al estar todo el día conectados a redes sociales...






 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Adolescentes y alcohol

De vueltas con el móvil