Derechos y deberes de los menores

La relación entre padres e hijos ha cambiado mucho en los últimos años. Hemos pasado de un sistema autoritario, basado en el miedo a los padres y en el que se permitía el castigo físico, a un sistema respetuoso con los derechos de los menores y que intenta preservar siempre su superior interés. 

Los poderes públicos han asumido tareas muy importantes en cuanto a la protección de los menores: han garantizado su educación a través de un sistema público y gratuito que persigue la igualdad de oportunidades; han reconocido su capacidad de decisión en determinados asuntos como para contraer matrimonio u otorgar testamento; se ha reconocido también su capacidad para ser oídos en procesos judiciales que les afecte,... Todos estos avances deben valorarse muy positivamente porque sitúan a los menores en el lugar que les corresponde, pero a veces pueden llegar a transmitir la idea errónea de que los menores sólo tienen derechos. Pero, ¿Qué pasa con los deberes?

Los menores tienen obligaciones hacia sus padres. Esto se concreta en el Código Civil, en cuanto a que "los hijos deben obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad y respetarles siempre" y tienen también la obligación de "contribuir equitativamente según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras convivan con ella"

En la Ley de Protección a la Infancia se concretan otros deberes de los menores relativos a diferentes ámbitos:

DEBERES RELATIVOS AL ÁMBITO ESCOLAR
  •  Respetar las normas de convivencia de los centros educativos.
  •  Estudiar durante el periodo obligatorio.
  • Tener una actitud positiva de aprendizaje durante el proceso de formación
  • Respetar a los profesores y otros empleados de los centros escolares.
  • Respetar a sus compañeros.
  • Evitar situaciones de conflicto escolar.
 DEBERES RELATIVOS AL ÁMBITO FAMILIAR
  • Participar en la vida familiar.
  • Respetar a sus padres, hermanos y otros familiares o personas que se relacionen de forma estable con el núcleo familiar.
  • Participar y corresponsabilizarse en el cuidado del hogar y en la realización de las tareas domésticas de acuerdo con su edad y con independencia de su género.
 DEBERES RELATIVOS AL ÁMBITO SOCIAL
  • Respetarse a sí mismos.
  • Respetar a las personas con las que se relacionan.
  • Respetar al entorno en el que se desenvuelven.
  • Respetar la dignidad, integridad e intimidad de todas las personas con las que se relacionen.
  • Conservar y hacer buen uso de los recursos, instalaciones, equipamientos públicos o privados, mobiliario urbano y cualquier otro.
  • Respetar el medio ambiente y colaborar en su conservación.
Como padres, tenemos la obligación de exigir a los hijos que cumplan con estas obligaciones. 

A continuación, os dejamos con el Decálogo para hacer de tu hijo un delincuente formulado por el Juez de Menores Don Emilio Calatayud, en el que de manera irónica da una serie de pautas y consejos de todo lo que tenemos que hacer o no hacer para que nuestros hijos sean auténticos delincuentes en potencia (o para lograr todo lo contrario):

  1. Dadle todo cuanto desee: así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo.
  2. Reídle todas sus groserías, tonterías y salidas de tono: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos.
  3. No le deis ninguna formación espiritual: ¡ya la escogerá él cuando sea mayor!
  4. Nunca le digáis que lo que hace está mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado; primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la sociedad.
  5. Recoged todo lo que vaya dejando tirado: así crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio; su madre la primera.
  6. Dejadle ver y leer todo: limpiad con detergente, que desinfecta, la vajilla en la que come, pero dejad que su espíritu se recree con cualquier porquería. Pronto dejará de tener criterio recto.
  7. Padre y madre discutid delante de él: así se irá acostumbrando, y cuando la familia esté ya destrozada lo encontrará de lo más normal, no se dará ni cuenta.
  8. Dadle todo el dinero que quiera: así crecerá pensando que para disponer de dinero no hace falta trabajar, basta con pedir.
  9. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante: comer, beber, divertirse,…¡de otro modo podría acabar siendo un frustrado!
  10. Dadle siempre la razón: son los profesores, la gente, las leyes… quiénes la tienen tomada con él.                                                                                    

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